martes, 24 de abril de 2012

No cuesta tanto...

...hacerlo bien.

Os transcribo un artículo que no podéis dejar de leer. En estos tiempos de valores perdidos, ciudadanos hastiados, personas vacías, consumismo y falta de honestidad, leer cosas como la carta a continuación es sin duda un soplo de vida. Y es que, por muy mal que vayan las cosas o por muy torcido que parezca, poniendo el mejor empeño y pasión se consiguen cosas que pueden marcar una vida. Hacer las cosas bien, por el simple placer de hacerlas.

La carta está premiada como "La carta de la semana", del suplemento XLSemanal en su número 1278, cuyo autor es Juan Luis Hernández Gomila de Mahón, Menorca. Es sin duda conmovedor, aquí os lo dejo:

Bécquer. El profesor abandona, envejecido, el aula. Sobre sus espaldas, 31 años de docencia y otros tantos de conciencia. Algunos lo creen funcionario. Él sólo se sabe maestro. Le pesa la burocracia. Y ese alumno que ha perdido el hálito y al que no sabe como ayudar. Se pregunta si su tarea aún sirve. A la salida, un joven matrimonio lo saluda con una cortesía en desuso. Tarda en reconocerlos. Finalmente, los sitúa en un pupitre y en un curso del pasado. Le presentan a su hijo: Gustavo. "Por Bécquer...", dice el padre. "Y por usted". Y le recuerdan que un día les leyó en clase la rima XXX y que les recordó que el orgullo no debía nunca sajar el amor. Los tres recitan: "Asomaba a sus ojos una lágrima / y a mis labios una frase de perdón; / habló el orgullo y se enjugó su llanto, / y la frase en mis labios expiró. / Yo voy por un camino, ella por otro; / pero al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: / '¿Por qué callé aquel día?', / y ella dirá: '¿Por qué no lloré yo?' ". "A la salida seguí su consejo", añade el padre. "Y la llamé. Y ahí lo tiene, a Gustavo". Al día siguiente, el profesor amaneció rejuvenecido. Había encontrado lo que creía haber perdido: el sentido de un oficio.

sábado, 14 de abril de 2012

Obsolescencia y decrecimiento 3.0

Y ya llega la tercera entrega de este artículo. 
Esta vez de la mano de esta noticia, la cual me parece asombrosa, a la vez que totalmente creíble. El titular de la misma es el siguiente: Ya han amenazado de muerte al español que inventó la bombilla que apenas gasta y dura toda la vida.
Todo este revuelo y una amenaza de esta índole viene motivada porque nuestra sistema, el capitalismo, tiene un hambre caníbal y exponencial de consumo, con lo cual noticias como que han inventado una bombilla que tiene una garantía de 25 años no debe de motivar mucho entusiasmo a los que se lucran con este sistema.
Podéis encontrar más sobre qué es la obsolescencia programada en este mismo blog aquí y aquí,que no son sino las anteriores versiones. En esos enlaces encontraréis por partida doble el documental "Comprar, tirar, comprar".
También encontraréis mucha más información sobre qué es la obsolescencia programada y cómo evitarla, gracias a un movimiento que se ha creado, llamado SOP (Sin Obsolescencia Programada).
Esta es la empresa que comercializa las bombillas de las que se ha hablado, pero también la que propone este movimiento. Personalmente, me parece todo un acierto que una empresa opte por llevar una política digna de compromiso social y ecológico.


Con motivo de la publicación del primer número de la revista Transversalidades de la eAM', os dejo un adelanto y spoiler de un artículo que escribí -y que espero salga publicado- para dicho número. 



DECRECER Y DENSIFICAR_

Podrían parecer acciones contrarias, y lo son. Pero no si las aplicáramos a la ciudad contemporánea.

Consumo de territorio, desnaturalización del paisaje, mala gestión de recursos,… los pecados cometidos son muchos. Actualmente, la Tierra usa el equivalente a 1,3 planetas para proveer los recursos necesarios. Es decir, se necesita 1 año y 4 meses para regenerar lo usado en 1 año. Y resulta que una de las actividades que más recursos consume es la construcción. Nos han enseñado que crecer, exponencialmente además, es el único camino. En la sociedad actual, el crecimiento ilimitado es el motor de la creación de riqueza. “Hemos sido formateados para ver la medida de nuestro bienestar estrictamente proporcional a nuestro consumo mercantil”, dice Serge Latouche, economista francés, uno de los impulsores del decrecimiento.

Cambiemos el enfoque entonces: ¿Qué pasaría si decreciéramos?, ¿y si en vez de consumir exponencialmente lo hiciéramos únicamente según nuestras necesidades reales? Hablando de urbanismo: ¿Qué pasaría si nuestros planeamientos, en vez de buscar nuevos territorios que ocupar y llenar de usos se preocuparan de la ciudad existente? Mirar hacia dentro, revertir la situación con la que la lógica consumista nos ha cautivado. Por poner un ejemplo, el PGOU podría pasar a llamarse Plan de Reorganización y Consolidación Urbana. Se remuneraría, pues, a los funcionarios al cargo por pensar, proponer y debatir. No sólo para que actúen sin reflexionar.
Reducir el consumo sin motivo del territorio, suprimir las dinámicas expansionistas como primera opción, reorganizar la ciudad y sus vías de comunicación, repensar los tejidos enfermos para que formen parte de lo urbano, consolidar las zonas con carencias y densificar la ciudad para hacer eficaces el transporte público y los tejidos comerciales. Son sólo algunas ideas, de las muchas que hay, para regenerar nuestras ciudades.


lunes, 2 de abril de 2012

Si quieres ser Juan Palomo...

...yo lo cultivo, yo me lo como.


En esta ocasión vamos a hablar de los huertos urbanos
Debido a nuestra vida como urbanitas, el ciudadano del siglo XXI no conoce nada acerca de la vida en el campo, más que a lo que le es mostrado por la TV o él/ella, por propia curiosidad, es capaz de averiguar.


Las generaciones que emigraron del campo a la ciudad quedan ya lejos, y somos hijos de nuestro tiempo, en su mayoría, ciudadanos de más o menos grandes urbes a lo largo del planeta. Nos hemos desnaturalizado de forma gradual, como consecuencia de una vida adaptada a la ciudad. Es por eso que iniciativas como ésta que os introducimos, deben ser difundidas lo máximo posible.


Aunque esto parezca un fenómeno de ayer mismo, no lo es tanto. Suponemos que el ciudadano urbanita, en su descontento al observa la calidad y procedencia de los alimentos que compra habitualmente, decide autoabastecerse, tal y como hicieron nuestros antepasados (una gran mayoría de la población mundial continúa haciéndolo, aunque nos hayamos olvidado de ello en las ciudades) hace no tanto tiempo.
La cuestión es que los huertos urbanos llevan ya funcionando en nuestras ciudades -hablando en el caso de España- desde hace más de 10 años, que hayamos conseguido registrar. Ya sea gracias a asociaciones de vecinos, iniciativas privadas, iniciativas particulares, empresas dedicadas especialmente u otras relacionadas con la jardinería, que al ver la situación, se han sumado al carro. Aquí hay un artículo que hace buena cuenta de ello.


Es una "vuelta atrás" muy positiva pues revalora el esfuerzo que hacen los agricultores, crea una relación con la naturaleza, se genera autofelicidad -al ver el esfuerzo del trabajo propio-, y nos hace separarnos de este mundo cada vez más virtual y artificial en el que vivimos. Sin contar lo natural del producto obtenido, libre de pesticidas, claro.


Hay múltiples blogs, webs e incluso empresas dedicadas exclusivamente a ofrecer información y servicios. Os dejamos aquí los enlaces a las más interesantes que hemos encontrado, en una clasificación rápida, pero válida. Por supuesto, si alguien tiene algún enlace que aportar, será añadido con gusto!


Blogs con información:
_Huertos urbanos Barcelona
_Macetohuerto
_Mariano Bueno


Manuales y guías:
_Manual de Hortubà
_Manual de Asociación Grama


Empresas:
_Hortubà
_Jardinitis (hay un manual dentro de esta web, muy gráfico y completo, nada más ingresar al sitio)
_Leopoldobcn